martes, 28 de junio de 2011

ay omá

Alguna vez he hecho referencia en el blog a lo tremendamente difícil que se me hace no contestar a mi madre cuando me sigue dando indicaciones acerca de como andar por la vida. Indicaciones que regresan de mi pasado para recordarme que en casa de mis padres siempre seré aquella chica que vestía camisetas de propaganda y pantalones de campana amarillos (real como la vida misma)


el otro día me aconsejó que me arreglara para ir a trabajar..un día cualquiera, después de llevar trabajando tres años en Cantabria.
No sé, le daría por pensar: - y esta chavala cómo irá vestida?irá decente?irá con el escote por el ombligo?llevará el cerco del colacao en la boca?oyoyoyoy..

Luego se le ocurrió señalar que debería de subir el ordenador del coche, porque claro me lo pueden llevar del maletero..
- jo mamá..no sé cómo sobrevivo sin ti..
Y con su cara de mosqueo resolvió que es la única madre que tengo y que la tengo que aguantar.
Muy cierto.
Yo creo que desde el fondo de su corazón está tratando de entrenarme como un maestro jedai, en plan "Curso de preparación a la función de ser madre. Nivel avanzado 1: dudar de su autonomía"

Ay mami, cómo te quiero!